La trayectoria personal de Kunath de Alemania a Los Ángeles desempeña un papel clave en su obra, incorporando el romanticismo alemán y la cultura popular occidental con bodegones, imágenes de dibujos animados, ilustraciones publicitarias, fotografía de naturaleza y referencias poéticas. Su práctica artística abarca pintura, escultura, dibujo, vídeo, fotografía e instalación.
Los paisajes de los que él ha aprendido, son los pintados por los artistas románticos. Para Kunath estos, estaban relacionados con la psicología interior. Una figura muy significativa para su trabajo será Caspar David Friedrich, quién comenzó a situar una figura observando el paisaje de espaldas al espectador. Este hecho, dar la espalda al espectador de forma “anticonvencional”, lo hacía para mostrar nuestra realidad más trascendente: el hecho de que afrontamos un inmenso vacío y de que, en la vida, somos caminantes. Se trata de una imagen de carácter filosófico y existencial. Este recurso es muy habitual en Friedrich y tenía una enorme contundencia en su obra, entendido como una excusa para indicar que estamos ante un retrato nuestro: él, solo, hacía frente a lo infinito e ilimitado.