El 15 de junio el decano del Colegio de Abogados de Málaga, Javier Lara, participó en una capea organizada por el Colegio de Abogados de Ronda. Doce días después, y tras pedir explicaciones al Decano por este hecho, la responsable del Área de Bienestar Animal en el colegio de abogados, Rosario Monter, era cesada, sin más explicaciones, y sustituida por otro compañero. Entre medias, la insensibilidad absoluta de los responsables del colegio malagueño hacia los animales, que se evidencia con la participación de su decano en una actividad rechazada por una parte creciente de la sociedad. En las capeas, animales aún sin destetar y del tamaño de un mastín son estresados y asustados por los participantes, cuando no convertidos en diana de burlas y desprecio. En una imagen publicada en las redes sociales, se pude ver a Javier Lara participando de forma activa en el evento.
Le recordamos al Decano del Ilustre Colegio de Abogados de Málaga, la responsabilidad que el representante de un colectivo jurídico debe tener para mantener una postura pública equidistante sobre los debates sociales. Más aún si estos se libran en el ámbito legislativo. Su participación activa en una capea, los pases de capote que entre el jolgorio dio a un animal demasiado joven e indefenso, no ayudan en nada al bienestar animal. Con su irresponsable actitud ha posicionado al Colegio de Abogados de Málaga –a sus 7.000 integrantes– a favor de la tauromaquia, actualmente cuestionada por su violencia. Motivo suficiente para su dimisión.
Al mismo tiempo, nos posicionamos contra la destitución de Rosario Monter como responsable del área de Bienestar Animal.Desde el Colegio de Abogados de Málaga, Monter ha llevado a cabo iniciativas para promover la defensa legal de los animales a través de la divulgación de casos jurídicos. Lo que parecían aires renovados en el colegio malagueño se truncan ahora con su cese.
Según asegura la propia Monter, la decisión se produjo después de que intentara preguntar al decanato por la celebración de esta capea. En un comunicado, la abogada explica que recibió “varias llamadas informándome sobre una capea jurídica organizada por el Ilustre Colegio de Abogados de Málaga” y que “estas llamadas” la dejaron “sin palabras”. “Inmediatamente trato de ponerme en contacto con el colegio, en la persona del Sr. Decano, quien aparece colocado en el epicentro de las críticas” para “trasladar con urgencia el malestar que la citada capea estaba provocando”. Seis días después Rosario Monter recibió un correo electrónico que le informaba de su cese. Sin más explicaciones.