La consejera de Sostenibilidad y Medio Ambiente, Catalina García, inauguró junto al alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, dos nuevas infraestructuras en el Centro Ambiental ‘Los Ruices’. Las actuaciones han supuesto una inversión superior a 12,4 millones de euros, de los que más de 8,7 millones proceden de subvenciones autonómicas con fondos europeos NextGenerationEU.
La nueva planta de tratamiento de biorresiduos permitirá tratar hasta 20.950 toneladas anuales de residuos orgánicos recogidos de forma separada en el municipio, dando servicio a una población de unos 600.000 habitantes. La instalación incorpora una línea de compostaje exclusiva independiente del resto de procesos del centro.
El proyecto incluye zonas separadas de recepción, pretratamiento, compostaje y afino automático con equipamientos tecnológicos para mejorar la calidad del compost y reducir el volumen de residuos no valorizables. Se incorpora también la fracción de podas municipales al proceso de compostaje para aumentar la eficiencia del tratamiento.
La inversión en la planta de biorresiduos ha superado los 4,5 millones de euros, de los que más de 3 millones han sido financiados por la Junta a través del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia. La segunda actuación consistió en la automatización de la planta de tratamiento de residuos de la fracción resto procedentes del contenedor gris.
La remodelación integral transformó un sistema manual en una instalación altamente automatizada con capacidad para tratar 200.000 toneladas anuales. Se incorporó una línea específica para la fracción inferior a 80 milímetros que permite recuperar materiales como plásticos, metales y bricks anteriormente perdidos.
La inversión total en la automatización fue cercana a los 8 millones de euros, con más de 5,5 millones aportados por la Junta en subvenciones. Estas intervenciones se enmarcan en una estrategia regional que contempla 36 millones de euros en plantas de biorresiduos y 21 millones en mejoras de plantas mecánico-biológicas en Andalucía.
El objetivo para 2035 es lograr que al menos el 55% en peso de los residuos municipales se preparen para reutilización y reciclaje, con solo un 10% en vertederos.