España sólo transporta por ferrocarril el 3,8 por ciento de sus mercancías, la Península Ibérica es el territorio europeo peor conectado por ferrocarril con el centro de Europa y mientras que por ejemplo Italia dispone de 7 conexiones ferroviarias transfronterizas, Francia y España comparten sólo dos, estando además ambas conexiones relegadas a un segundo plano por la prioridad de las líneas de viajeros y las dificultades del ancho de vía. El déficit español en estas infraestructuras es evidente y supone una desventaja competitiva de nuestros puertos frente a otros puertos europeos del Mediterráneo además de un grave problema para las empresas y la economía de nuestro país. Para revertir esta situación, a finales del año pasado se creó la Alianza Europea para el Desarrollo de Corredores Ferroviarios y Redes Trans-Europeas de Transporte TEN-T para la Vertebración de la Península Ibérica y sus conexiones con el resto de Europa, que se presenta hoy en Málaga por iniciativa del Círculo Mercantil ante medio centenar de empresarios e instituciones locales.
El presidente de la Alianza, Salvador Galve (decano del Colegio Oficial de Ingenieros Industriales de Aragón y La Rioja), y el secretario general Ignacio Barron (presidente de la Comisión de Investigación de Accidentes Ferroviarios CIAF), se han desplazado hoy a la capital de la Costa del Sol y junto al presidente del Círculo Mercantil de Málaga (miembro e impulsor de la Alianza), Federico Terrón, han detallado la labor y los objetivos de esta asociación profesional sin ánimo de lucro para animar a unirse a operadores, terminales logísticas, empresas e instituciones de Málaga. Más de 150 socios componen actualmente la Alianza de Corredores Ferroviarios, que está formada por colegios industriales, cámaras de comercio de España, universidades, puertos, centros logísticos y empresas de todos los puntos de España además de Portugal y Francia.
En un acto celebrado esta tarde en la Cámara de Comercio de Málaga la Alianza ha explicado la importancia de apoyar la ejecución de los corredores de la Red básica TEN-T y el desarrollo de la infraestructura ferroviaria y de comunicaciones de la Península Ibérica, además de las conexiones transfronterizas para conseguir un gran eje de transporte desde los puertos y centros logísticos del suroeste de Europa hacia Francia y el Mar del Norte.
También es fundamental favorecer que el transporte por carretera utilice los servicios ferroviarios al objeto de descongestionar las infraestructuras viarias y en especial los puertos de la Península Ibérica, lo que ayudará a la descarbonización y a cumplir con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) adoptados por las Naciones Unidas y la Unión Europea. El éxito será de toda la sociedad civil de los territorios por los que discurren estos corredores, que tienen que convertirse en destinos apreciados por los inversores para el desarrollo empresarial.
Esta alianza profesional se marca como objetivos fundamentales crear una unión multisectorial de entidades que quieran participar en la integración de toda la sociedad civil para el estudio, puesta en valor y ejecución de corredores ferroviarios de mercancías que unan los principales puertos y centros logísticos de la Península Ibérica desde el sur por el centro y norte de Europa. Desarrollando los corredores naturales de interior que atraviesan las regiones con gran potencial se conseguiría crear plataformas empresariales que generen actividad económica, logística e industrial contribuyendo a la vertebración y reequilibrio de la Península Ibérica para el desarrollo de territorios con baja densidad, dispersión y envejecimiento de la población mediante Fondos Europeos de Compensación.
Otro de los puntos clave será lograr la necesaria transición energética y contribuir a la apuesta del Gobierno de España por cuadruplicar el transporte de mercancías por ferrocarril en la Península Ibérica. Pensar que la UE tiene el reto de que España alcance en 2030 el 30% de ese transporte por ferrocarril (casi diez veces más que ahora mismo) parece irrealizable con las infraestructuras actuales en los pasos fronterizos. Hoy por hoy no existe una red que sea competitiva con la carretera: sólo el 3,8% de los bienes van por tren; un apabullante 96,2% todavía usa la carretera. El ferrocarril del siglo XXI debe ser capaz de competir y para ello hay que invertir de manera decidida. La Alianza de Corredores Ferroviarios aboga por realizar un plan de transporte ferroviario de mercancías, independiente del de pasajeros, estableciendo prioridades, calendario, trazados… Con Francia solo hay dos conexiones para mercancías, por el País Vasco y por Cataluña, y por lo menos debería haber el doble para resultar eficaz y que, por ejemplo, pueda salir mercancía desde Málaga, Jaén o Huelva y llegar a cualquier destino del centro de Europa con la misma facilidad que lo puede hacer un camión por carretera.
La Alianza apoya firmemente el desarrollo de la infraestructura de comunicaciones de la Península Ibérica en base a los principales corredores naturales que la vertebran, ya incluidos en la Red Transeuropea de Transporte TEN-T, Red Básica de Ferrocarriles:
– El Corredor Central Algeciras-Bobadilla-Madrid-Zaragoza, perteneciente a los Corredores Atlántico y Mediterráneo, desde Andalucía por el centro de la Península hasta Aragón y desde allí a los puertos de Cataluña y el País Vasco.
– El Corredor Cantábrico-Mediterráneo Sagunto-Teruel-Zaragoza-Bilbao, que une y vertebra el Corredor Mediterráneo y el Corredor Atlántico desde la Comunidad Valenciana al País Vasco y Cantabria a través de Aragón, Navarra y La Rioja.
– El Corredor Atlántico que une y vertebra desde el norte y centro de Portugal, Galicia y Asturias por Castilla y León hacia el País Vasco y el Valle del Ebro.
– El Corredor del sudoeste ibérico desde el sur de Portugal y Extremadura por Castilla La Mancha hasta el Corredor Central.