La rectora, Adelaida de la Calle, resaltó en el acto la gran importancia que tiene la ciencia y la investigación para el desarrollo de un país en el acto de investidura de 109 nuevos doctores de la Universidad de Málaga. La ceremonia se celebró en la Facultad de Derecho. En ella los nuevos doctores recibieron los honores que los acreditan como tales: birrete, guantes y credencial. Todos ellos subieron al estrado acompañados por sus padrinos y por los decanos y directores correspondientes a sus centros. En representación del colectivo, Francisco Javier González Cañete prestó promesa de fidelidad en latín clásico y sobre el Libro de la Ciencia, como compromiso para desempeñar su doctorado “con la máxima fidelidad y honestidad para aumentar el honor de nuestra Universidad”.
Adelaida de la Calle dio la bienvenida a los nuevos componentes del Claustro doctoral, a los que recordó que su entorno los necesita. En este contexto, hizo un llamamiento al sector empresarial para que se aproveche el talento y el valor añadido que generan los doctores que se han formado en la Universidad. “Lo digo cada año casi como un eslogan: Ponga un doctor en su empresa si quieren mejorar su capacidad para competir”, señaló.
Así, reivindicó la capacidad científica de los doctorandos para animarlos a seguir en su camino investigador y resaltó que la sociedad debe considerar su valía para no fallar. “Os animo a que seáis luchadores, a que sigáis demostrando a la sociedad que podemos cambiar las cosas”, dijo, al tiempo que se mostró convencida de que “hay que seguir luchando y demostrando que si se quiere salir de esta situación se tiene que apostar por el conocimiento”.
”Se me encoge el corazón –añadió- cuando oigo en algún foro que parece que la Universidad sobra, que no gestiona adecuadamente”. “Tenemos que hacer ver que el uso de la investigación es la mejor herramienta para salir de la crisis”.
Crisis
Así, De la Calle enfatizó en su idea de que “La Universidad nunca es el problema; al contrario: es la solución”. “Quienes airean nuestros defectos no dicen que, casualmente, los países que están salvando la crisis son los que más han invertido en ciencia”, añadió.
Por su parte, el director del Centro Internacional de Posgrado y Escuela de Doctorado, Antonio Vallecillo, intervino también en la ceremonia y destacó en su laudatio la dedicación, el trabajo y el esfuerzo de los nuevos doctores de la Universidad de Málaga, así como el magisterio y la experiencia de sus directores de tesis.
Vallecillo resaltó que durante el pasado curso académico 225 alumnos de tercer ciclo alcanzaron felizmente el grado de doctor por la Universidad de Málaga. Tras hacer un repaso del modus operandi que todo doctor sigue a la hora de enfrentarse a una tesis, con sus decepciones y satisfacciones, el director de la Escuela de Doctorado de la UMA aseguró que “en una sociedad en que la impaciencia, celeridad, el éxito fácil, y la falta de sufrimiento son cada vez más comunes, los doctores que van a ser investidos hoy representan el esfuerzo, la dedicación, la paciencia, el sacrificio y el reconocimiento del trabajo bien hecho. Estos valores constituyen los pilares fundamentales sobre la que ha de construirse cualquier sociedad que quiera seguir avanzando”.
“La culminación de la tesis no representa, sin embargo, el final del camino, sino más bien el comienzo de una nueva etapa, mucho más fructífera. Los doctores que van a ser investidos hoy han alcanzado la cualificación académica más alta, y están preparados mejor que nadie para contribuir a la sociedad. Es en el día de hoy cuando la Universidad de Málaga entrega a sus mejores valores”, concluyó Antonio Vallecillo.
Protocolo
La ceremonia de investidura contó con todo el protocolo de los actos de la Universidad de Málaga. Comenzó con la interpretación del ‘Veni Creator’ por parte del Coro de la Universidad de Málaga, prosiguió con la lectura del nombramiento de los nuevos doctores y, para concluir, se interpretó el Gaudeamus Igitur.