Seguramente leerás más de una crítica sobre la última película de Damien Chazelle. Muchas de ellas se centrarán en las odiosas comparaciones con anteriores películas del director como La la land o la magnífica Whiplash, cosa que para una crítica sería abominable. First Man es una película fallida en muchos aspectos, sí incluidas la dirección de la misma. Excesivo uso de los primerísimos planos de los actores, metraje excesivo e inosual para ver el efecto de reflejos varios… y muchas otras filigranas narrativas que obedecen únicamente a criterios de la dirección. La película nos apatecía porque seguramente nos atraería algún aspecto diferenciador con las muchas otras películas donde el argumento es únicamente el interés del hombre por llegar a la Luna.
Si tenía ganas de ver el nuevo reto de Ryan Gosling y no parecía anda desdeñable que se hubiese metido en la piel de unos de los mayores héroes americanos, Neil Amstrong. Una difícil tarea para una actor sin duda. Quien más quien menos ha leído algo sobre el astronauta, sus percances personales y sobre todo conocer su experiencia única hasta el momento. Durante todo el metraje el canadiense permanece impertérrito ante la cámara, inexpresivo quizás llevado por la dirección de actores del film pero se nos presenta por momentos muy forzado, quizás excesivamente. Conocemos ese talento ipnato de Gosling por interpretar papeles de personajes atormentados y seguramente el de Neil Amstrong era uno de ellos pero el grado de sufrimiento narrativo del film acaba por ensombrecer su trabajo.
La película discurre acelerada por llegar con los deberes hechos al punto culminante que no es otro que la llegada a la Luna. Todo lo anterior puede ser interpretable pero el público quiere verse atrapado por la historia sabiendo en todo momento su final, la narrativa anterior debería de haber sido tan elocuente, visceral que debía enganchar y sin embargo consigue hacerse lenta, pesada sin sorpresas de ningún tipo que invita a “señor llegue usted ya a la Luna que sabemos lo de un pequeño paso para un hombre….”.
Si algo cabe destacar de la película es justamente lo que no le ha gustado al presidente de los USA, que la película no es tan pedante en la americanitis que es de aplaudir. Si llega a explicarnos como coloca la bandera americana, prometo que me hubiese levantado de la butaca. Gracias Damien Chazelle por no hacerlo. Esperando a la siguiente