La Asociación de Viandantes Málaga Andando ha presentado alegaciones en la Dirección General de Tráfico con el objetivo de lograr que el nuevo Reglamento General de Circulación mejore la seguridad de los ciclistas en las calzadas y la de los peatones en las aceras. La circulación de vehículos por las aceras es contraria a la propia normativa estatal de accesibilidad universal por lo que su legalización a través de la reforma del Reglamento General de Circulación significaría una medida verdaderamente negativa para los sectores más vulnerables de la sociedad como pueden ser las personas mayores, los niños y niñas o las personas con diversidad funcional. Esta situación ha llevado a la asociación a firmar un manifiesto titulado «La acera es peatonal» al que se han adherido 17 entidades sociales entre las que se encuentran CERMI, Foro ANDANDO, STOP Accidentes, P(A)T, CCOO, UGT, Ecologistas en Acción o la Asociación de Ciclistas Urbanos Kalapie.
Según dicho documento, que también ha sido remitido al ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, así como a la Directora General de Tráfico, María Seguí, “las aceras no son canales de circulación de vehículos” advirtiendo que “el tránsito de vehículos rompe la complejidad y el carácter que tienen, es decir, la forma en la que estamos y nos comportamos en ellas”. El manifiesto denuncia como “en los últimos tiempos, para resolver los problemas de seguridad y espacio disponible en la calzada que tienen vehículos como las motos, las bicicletas o los diversos patines motorizados, algunos ayuntamientos están pervirtiendo el carácter de las aceras permitiendo que aparquen o circulen por ellos, contraviniendo las leyes y rompiendo la cultura de uso del espacio público”, una situación que está produciéndose en la actualidad en Málaga.
Málaga Andando ha presentado alegaciones para prohibir la circulación de las bicicletas por las aceras, salvo que sean conducidos por menores de determinada edad y se mantenga la prioridad peatonal, apostando por un nuevo Reglamento General de Circulación que permita a los ayuntamientos autorizar el paso de bicicletas por determinadas zonas peatonales, distintas de las aceras, estableciendo claramente la prioridad peatonal y el horario o condiciones en las que puede producirse dicha circulación, un permiso que nunca debería ofrecerse a los patinetes y vehículos individuales motorizados, incluyendo las bicicletas de pedaleo asistido, al tratarse de vehículos especialmente peligrosos.