El título de la exposición Cuatro casas y un árbol hace referencia directa y literal al tema abordado en la muestra, ya que utilizando como hilo conductor la arquitectura de Le Corbusier, Norberto Gil deja a un lado los edificios impersonales y se centra en representar series de cuatro viviendas construidas a particulares. Estas, con unas posibilidades plásticas idóneas para el artista, están acompañadas de una identidad propia que hacen conformar las características para captar la mirada de Gil. La intención de destacar el árbol en el título es debido a la importancia de éste en una de las cuatro construcciones del arquitecto contemporáneo, la Casa Curutchet, que Gil utiliza de inspiración en su obra. Podrán verse en la exposición varias representaciones de esta en la serie del mismo nombre.
En la obra de Norberto Gil se puede apreciar la búsqueda de la limpieza en el plano a través de colores y formas estudiadas meticulosamente de manera previa, a través de imagen digital, exhaustivas investigaciones bibliográficas y cuidados estudios de luz, ya que es un elemento que atrae de forma particular a Gil. La manera en la que la luz hace aparecer nuevas formas dentro de la propia arquitectura, le crea una idea previa que traslada al lienzo, elemento importante para la propia limpieza final de la obra, por lo que utiliza tela de algodón extra fino sobre bastidor y rodillo para aplicar el acrílico y poder crear esas superficies de colores planos tan distintiva en su obra.
En esta muestra sigue vigente la obsesión del artista por “habitar” espacios ajenos, por lo que se puede apreciar como los lugares representados de forma esquemática y en muchas ocasiones irreconocibles, son o fueron viviendas diseñadas por el arquitecto racionalista Le Corbusier, a las que Gil les otorga una identidad sin vida a través del vacío y al mismo tiempo evoca la sensación de haber servido de hogar. Concepto sobre el que el artista vuelca su inspiración, ya que como bien destaca a través de Heidegger “no habitamos espacios inertes” habitar significa crear algo a través de la proyección de la propia personalidad, crear una simbiosis entre el espacio y uno mismo, igual que el proceso creativo, que el propio artista utiliza.
De igual manera, el artista crea un espacio propio a través del color y la forma, mediante ese proceso íntimo donde todo va ocupando su lugar y hace suyo el espacio, pudiendo así “tratar de experimentar lo que los habitantes de dichos lugares”, que es uno de los objetivos incesantes en la creación de su obra, persigue la intra-historia del lugar, la narrativa que se esconde detrás de este. Buscando dentro de estos espacios a través de luces y sombras las imágenes que mas le atraen ya que ese factor es el que determina su interés a la hora de fijar la mirada.
En esta exposición Gil utiliza como inspiración principalmente cuatro viviendas diseñadas por Le Corbusier como la Villa Le Lac que se puede ver representada en las seis obras Villa Le Lac I – VI (2022). Esta es una casa diseñada y construida en Suiza entre los años 1923-24 para los padres de Le Corbusier, junto a su primo el famoso diseñador, Pierre Jeanneret, importante diseñador con el que el arquitecto y artista firmaría notables proyectos alrededor del mundo. Se pueden apreciar diferentes perspectivas de esta vivienda donde se reconocen ventanas, puertas y estanterías destacando una paleta del colores pálidos.
Otro proyecto sobre el que trabaja el artista en la muestra es la Maison La Roche (París, Francia 1923), realizada para el hermano de Le Corbusier, Albert Jeanneret y su pareja, al mismo tiempo que una residencia y una galería de arte separadas para el coleccionista Raoul La Roche. Este es otro proyecto que realiza el arquitecto junto a su primo Pierre Jeanneret, se puede apreciar a lo largo de la exposición en cinco obras como Maison La Roche I – V (2023).