El Museo Carmen Thyssen Málaga ha presentado su nueva exposición temporal en la que ofrece una reflexión, inédita en el panorama expositivo actual, en torno al cuerpo como catalizador del arte moderno en España entre finales del siglo XIX y los años 70.
Así, examina las diversas corrientes que participaron en la subversión del canon clásico presente en la formación académica y en la configuración del nuevo escenario del arte en el siglo XX, en el que el desnudo operó como uno de los principales elementos transformadores. Y plantea una cuestión fundamental en la conquista de la modernidad: la irrupción de cuerpos que, frente a la tradición, no representaban una lección moral disfrazada de mito o alegoría, es decir, el momento en que el desnudo se convirtió en desvestido.
‘Desnudos. Cuerpos normativos e insurrectos en el arte español (1870-1970)’, podrá visitarse en la Sala de Exposiciones Temporales del Museo hasta el 9 de marzo de 2025. La muestra cuenta con la colaboración de Fundación “la Caixa”, cuyo apoyo a los proyectos desarrollados por el Museo es continuo, tanto en el programa educativo como en las exposiciones.
A la rueda de prensa de inauguración de este lunes 7 de octubre han acudido la concejala de Cultura y Patrimonio Histórico del Ayuntamiento de Málaga, Mariana Pineda; el conservador general de la Colección Carmen Thyssen, Guillermo Cervera; el responsable territorial de la Fundación “la Caixa” en Andalucía, Ceuta y Melilla, Juan Carlos Barroso; el director de Área de Negocio de CaixaBank en Málaga, Antonio Caballero; y la directora artística y el gerente del Museo Carmen Thyssen Málaga, Lourdes Moreno y Javier Ferrer.
Un total de 86 obras, entre pintura, escultura, dibujo y fotografía, integran este extenso y variado recorrido. En él se ha querido mostrar cómo en un país carente de tradición en la representación del desnudo -más allá del ámbito académico y formativo de los artistas–, la verdadera desnudez del desnudo nace con las distintas corrientes de modernidad y vanguardia, con una nueva mirada al individuo, cada vez más liberada y retadora.
En palabras de Lourdes Moreno, directora artística del Museo Carmen Thyssen Málaga, la exposición “no recopila un mero inventario de desnudos, sino que analiza, a partir del hilo conductor del cuerpo humano, la progresiva metamorfosis estética y conceptual que provocó la implantación de la modernidad en el arte español. Se plantea como un relato heterogéneo y abierto a la interpretación personal del espectador, con la intención de apelar al placer sensitivo y hacer reflexionar sobre la idea de belleza, el canon y la naturaleza mutante del arte moderno. Con este proyecto volvemos a reivindicar, además, en nuestras exposiciones temporales la variedad y riqueza de la vanguardia española”.
Autores y obras
54 artistas diferentes abordan el tema de acuerdo con sus inquietudes y estilos. No faltan grandes protagonistas de la vanguardia internacional, como Pablo Picasso, Salvador Dalí o Joan Miró; novedosas aportaciones de pintores como Gabriel Morcillo, Gregorio Prieto o Juan Hidalgo, o escultores como Eduardo Chillida, Mateo Inurria o Julio González. Y presentes en todo el discurso, mujeres artistas como Teresa Condeminas, Menchu Gal, Maruja Mallo, Aurelia Navarro o Amèlia Riera.
Entre las obras más destacadas, se pueden mencionar el Desnudo de frente de Pinazo (c. 1879-1880), el Viejo al sol de Fortuny (1871), La Oterito en su camerino de Zuloaga (1936), una sorprendente versión de Las señoritas de Aviñón pintada por Dalí en 1970, Los maniquíes de Gregorio Prieto (c. 1932), una prueba litografía abstracta única de Miró, de gran formato (c. 1976) o Ágata de Saura (1960).
En la selección confluyen temas muy diversos dentro del género del desnudo: academias, mitología, retratos, deportistas, toilette. Pero, sobre todo, abundan imágenes sin más asunto que el cuerpo desnudo, claro testimonio de la liberación que logró el arte moderno para poder mostrar un cuerpo al natural sin trasgredir los prejuicios morales, paulatinamente dinamitados por los artistas desde finales del siglo XIX.
Destacan especialmente los desnudos pintados por mujeres, ya que para ellas fue un tema prácticamente vedado o al menos muy limitado, en el que la sociedad volcó más prejuicios morales y restricciones que para sus colegas masculinos. Navarro, Condeminas, Mallo y Riera ejemplifican, así, la mirada femenina al cuerpo de la mujer en distintos momentos y escenarios históricos, sociales y morales del arco cronológico abordado por la exposición.