La intención de construir un vertedero en la zona de influencia del nuevo Parque Nacional, que ocuparía una extensión de terreno de 15 hectáreas, concretamente en el municipio de Casarabonela donde los residuos, restos de poda, de tratamiento de aguas, envases, residuos domésticos y residuos de actividades comerciales y empresariales serían vertidos directamente, ha sido uno de los motivos por el que Ecologistas en Acción ha decido alegar y oponerse al citado proyecto.
Otro de los motivos alegados es que solo 5 hectáreas estarán reservadas para una planta de reciclado de residuos de construcción y demolición (RCD), contraviniendo todas las disposiciones legales comunitarias, españolas y autonómicas, en la que prohíben todo tipo de vertidos de residuos que no hayan sido objeto de una valorización previa.
Según ha podido estudiar Ecologistas, el proyecto ni tan siquiera alcanza umbrales aceptables de reciclado de los RCD: un 30 por ciento de vertido (26.537 toneladas/año), frente a un 70 % de recuperación.
Cabe recordar que Casarabonela está en la Comarca Sierra de las Nieves, declarada Reserva de la Biosfera por la UNESCO e integrada en el Parque Nacional de Sierra de las Nieves y su entorno y que el vertedero recogería vertidos procedentes de Alozaina, Coín, Ronda y posiblemente Fuengirola y Marbella.
Por lo que Casarabonela soportaría un vertedero, donde se trasvasaría casi un millón de metros cúbicos 110.403 toneladas al año de restos de escombros y todo tipo de desechos, yendo en dirección contraria de todas las estrategias que persiguen poner fin al vertido como falsa salida para la gestión de los residuos.
En este sentido, la organización medioambiental, recuerda en sus alegaciones que, de acuerdo con la jerarquía de gestión de residuos, la eliminación es la opción menos recomendada y debe limitarse al mínimo necesario.
Asimismo, Ecologistas en Acción recuerda que, a partir de 2030, todos los residuos aptos para el reciclado u otro tipo de valorización, en particular los residuos municipales, no sean admitidos en vertederos y ya en el 2035 la cantidad de residuos municipales depositados en vertederos se reduzca al 10%, o a un porcentaje inferior, de la cantidad total de residuos municipales generados (en peso).
Para la organización, el vertedero de Casarabonela supondría una actuación completamente antagónica y de objetivos contrarios a las Directivas Europeas. “La pérdida, el deterioro y la fragmentación de la biodiversidad serían las consecuencias funestas si se permitiera esta actividad. Los olores que emanan de las chimeneas de salida de gases que provocan los residuos extenderían a varios kilómetros su contaminación atmosférica, con el consiguiente peligro para la salud pública”.