La Empresa Municipal de Aguas, Emasa, ha realizado 80.000 inspecciones preventivas a los imbornales instalados en las calles de la ciudad en los primeros nueves meses del año. Esto supone que las 53.000 unidades de estos elementos de drenaje que existen en la capital ya se han revisado al menos una vez en 2022. Este es uno de los datos que arroja el balance del tercer trimestre del plan de inspección y limpieza de imbornales y canalizaciones que forman parte de la red de saneamiento municipal.
Según los datos registrados este año, estas revisiones han dado como resultado la limpieza completa de 12.300 imbornales y los elementos asociados a estas infraestructuras como rejillas, arquetas y tramos de injerencias, que sirven para la captación de las escorrentías superficiales. A estas intervenciones hay que sumar la retirada de residuos flotantes que se efectúa en cada inspección preventiva.
La periodicidad de las revisiones varía en función de una serie de circunstancias que Emasa valora en la planificación, como la ubicación de los imbornales, el grado de suciedad que suelen alcanzar o las zonas con mayor riesgo de acumulación de agua en caso de fuertes precipitaciones. Atendiendo a estos criterios, las inspecciones se efectúan entre dos veces y cuatro veces al año. En caso de alerta por lluvias, Emasa hace una revisión adicional en los puntos de la ciudad con posibilidad de registrar inundaciones.
Por otra parte, Emasa también ha contabilizado este año la inspección de 1.153 kilómetros de la red de saneamiento de la capital, lo que supone el 72% de estas conducciones. En ese sentido, los datos indican un ligero incremento de 1,5 puntos en el total de kilómetros de red inspeccionados en relación con el mismo período del año anterior, una cifra que se ha cuadriplicado respecto a 2016.
Las inspecciones de la red de saneamiento están zonificadas por barrios o cuencas, y son la base de la programación de la limpieza de conducciones y registros. En cada revisión se evalúa el nivel de suciedad del interior de las canalizaciones y, dependiendo del grado detectado, se programan las actuaciones de limpieza dentro del mes siguiente a cada inspección.
Emasa lleva desarrollando desde hace cuatro años este plan de mantenimiento y conservación con el objetivo de revisar toda la extensión de la red de saneamiento en un solo año.